“La unidad es la fuerza… cuando hay trabajo en equipo y colaboración, se pueden lograr cosas maravillosas”. -Mattie Stepanek
Desafiarnos a trabajar en equipo puede llegar a resultar muy gratificante y de enorme aprendizaje. Quizás, a veces no sea fácil coordinar acciones, ponernos de acuerdo, trabajar colaborando con otros y buscar el bienestar común por encima del propio. A pesar de todos los contratiempos que puedan surgir, hoy en día, aprender a trabajar en equipo se ha transformado en algo indispensable en todos los dominios, tanto a nivel personal, como también laboral. Muchas organizaciones han comprendido que el trabajo en equipo puede traer los mayores réditos, y grandes referentes y empresarios exitosos lo promueven cada vez más.
El gran desafío está en cómo lograrlo. Nunca nos enseñaron a trabajar en equipo, fuimos entrenados y enseñados para competir y no para colaborar. El reto está en desaprender lo aprendido, diseñando y re-aprendiendo nuevos hábitos que nos permitan observar el mundo desde otro lugar, desde un nuevo espacio, en el que nuestro ego no busque ser protagonista.
Desde mi humilde experiencia, les puedo compartir que siempre que tuve que trabajar en equipo me potencié, crecí, me enriquecí, y muchas veces logré resultados que jamás imaginé, así que, me di cuenta de que trabajando sola no obtendría, los mismos resultados. Por eso, me desafié a trabajar en equipo una y mil veces, y hoy continúo haciéndolo.
¿Que aprendí al trabajar en equipo?
Me di cuenta, que es indispensable tener habilidades sociales, aprender a relacionarnos con los demás es fundamental. Los seres humanos somos seres sociales por naturaleza, buscamos estar con otros, y cuando nos encontramos con otras personas, es importante, aprender a estar abiertos, a las posibilidades que se pueden abrir al relacionarnos con estas nuevas personas, apostando a generar la confianza necesaria que nos lleve a desarrollar un objetivo en común.
Es importante buscar, tiempos y espacios para realizar reuniones y encuentros periódicas en los que se establezca la comunicación, se generen los vínculos, y se cree la relación.
Establecer, los estándares que sostendrán el espacio en el cual trabajar juntos.
Aprendí, que hay que escuchar al otro como un legítimo otro, hay que estar abiertos a que otros tengan otra perspectiva e interpretación en determinados momentos y que esto lejos de ser algo malo, contrariamente, puede llegar a resultar muy enriquecedor. Muchas veces hay que ceder y acatar lo que decida la mayoría del equipo (cuando es un equipo de más de 2 personas), y también hay que tener mucha paciencia.
Lograr una retroalimentación continua, aprendiendo todos de todos, colaborando todos con todos. Quién lidere debe promover que todos se expresen, todos hagan los pedidos, ofertas y promesas necesarias para sacar a adelante el proyecto en el que se esté trabajando. Esto nos habilitará a tener, conversaciones que muchas veces evitamos, que son las conversaciones difíciles e incómodas, pero cuando logramos hacerlo la relación termina fortaleciéndose, se abren nuevas posibilidades y sin duda se produce un gran aprendizaje, que fortalece al equipo.
Aprendí que los quiebres y desencuentros muchas veces fortalecen e impulsan a elevar estándares.
Y por supuesto aprendí que es importante celebrar los logros de las metas que se van alcanzando, por más simples o pequeñas que estas puedan ser, felicitándose mutuamente entre todos, promoviendo la motivación para el logro de nuevos e importantes objetivos.
En fin, aprendí, que tengo mucho que ganar, si estoy trabajando junto con otros.
¿Trabajas en equipo?
¿Cómo te relacionas con tu equipo?
¿Qué habilidades crees que te están faltando para lograr desarrollar un buen trabajo en equipo?